Máquina de Coser
La costura es una actividad realizada por los humanos con el objetivo de confeccionar prendas que les sirvan para protegerse de las inclemencias meteorológicas, aunque luego fue evolucionando como un medio para tapar el cuerpo y de refinamiento, ya que, dependiendo de las telas utilizadas, la persona que las portaba podía pertenecer a una clase social o a otra. Estas prendas eran laboradas de forma manual con diferentes herramientas que han ido evolucionando hasta el hilo y la aguja (en sus diferentes modelos y tamaños) que conocemos en la actualidad. Sin embargo, actualmente se disponen de más herramientas que permiten agilizar la creación de una prenda.
Una de las herramientas que revolucionó el mundo de la costura fue la máquina de coser. A mediados del siglo XIX, Elías Howe realizó el primer prototipo, el cual patento, de una máquina de coser para uso doméstico, aunque en 1851 fue Isaac Merritt Singer quien consiguió introducir la máquina de coser en los hogares basándose en el prototipo de Howe. Howe y Singer se agruparon, aunque este último terminó fundando su propia compañía de máquinas de coser, la cual tuvo un gran éxito. A principios del siglo XX, en Éibar, se la empresa Alfa comenzó a crear máquinas de coser, las cuales
tuvieron una gran comercialización y, como consecuencia, comenzaron a posicionarse como claras competidoras de las máquinas de coser Singer. Más tarde, en los años sesenta-setenta, la empresa Alfa creó la máquina de coser eléctrica lo que supuso, gracias a poder comprarla a plazos, la revolución de la costura en el hogar.
La costura recaía, principalmente, en las mujeres, ya que eran las encargadas de confeccionar la ropa de los diferentes miembros de la casa, principalmente de las clases bajas, aunque aquellas que pertenecían las clases medias y altas también sabían de costura, bordado, hilado, etc.; y eran las madres/tías/abuelas/vecinas las encargadas de enseñar esta tarea a las siguientes generaciones. Sin embargo, a finales del siglo XIX, la confección comenzó a ser una materia en la educación formal de las mujeres –materia que continuó en los currículos de las escuelas de niñas durante gran parte del siglo XX–; además de crearse diferentes propuestas dentro de la educación no formal, es decir, mujeres que sabían coser y que, por una retribución, enseñaban a otras mujeres esta labor.
En la actualidad, continúa habiendo escuelas de costura, aunque su aprendizaje no está tan extendido como antes, ya sea porque la mujer busca alejarse de los estereotipos asignados a esta labor, por falta de tiempo o por la facilidad de ir a una tienda y comprar la prenda que se necesita, aunque luego haya que ir a una modista para realizar algún arreglo.
María Dolores Molina Poveda
- DIMENSIONES: Variable
- CONTEXTO CULTURAL: Mediados del Siglo XIX.
- MATERIAL/SOPORTE: Hierro, madera y cuero.
- FABRICANTE: Singer, Alfa y Sigma.