Las huchas del DOMUND
El Domingo Mundial de las Misiones fue creado por Pío XI en 1926, aunque el acrónimo, DOMUND, fue idea de Ángel Sagarmínaga en 1943, el primer director nacional de las Obras Misionales Pontificias en España (1926–1968). Uno de sus objetivos era crear un fondo para la ayuda a las misiones y para ello se organizaba una cuestación anual, el penúltimo domingo de octubre, que sigue realizándose, pero ya sólo en las parroquias. Para recoger el dinero, las huchas eran un elemento esencial.
Las huchas del DOMUND formaban parte del decorado de las aulas españolas durante las décadas intermedias del siglo XX. Aunque las piezas del MAE no cuentan con una datación precisa, según imágenes de la época y recuerdos personales, sabemos que estas huchas, de loza esmaltada, se fabricaron durante las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo XX. Anteriormente había huchas de hojalata y después aparecieron bustos de plástico y huchas en forma de jarra (con un asa). Sin embargo, podía ser habitual que algún año en las escuelas convivieran distintos tipos de huchas.
Cuando los niños y niñas salían a la calle a pedir dinero con ellas la frase que decían a los viandantes era «para las misiones», «para los negritos» o «para los chinitos». Y en ocasiones se le ponía una pegatina a quien introducía dinero en la misma. Según los recuerdos, los niños eran muy insistentes e intentaban no dejar escapar a nadie sin que diera un donativo. Algunos maestros recuerdan que las huchas las repartía el obispado entre las escuelas de los pueblos de la provincia antes del Día del DOMUND, durante ese fin de semana los niños y niñas mayores (alrededor de 10-12 años) salían con ellas a pedir; el lunes los maestros debían rellenar un impreso indicando el dinero recaudado y las huchas y el dinero se entregaban al obispado. En ocasiones, nos indican que la hucha estaba siempre en el aula de las clases de los niños más pequeños (hasta los 8 años aproximadamente) que no salían a la calle con ella, pero, según algún testimonio, era prácticamente obligatorio que cada niño llevara semanalmente un donativo. A los niños se les daba un vale y así los padres sabían que el dinero había sido introducido en la hucha. En los colegios religiosos de niños o niñas internos (muy frecuentes en esas décadas en las capitales de provincia para los que querían estudiar bachiller) la llegada del DOMUND se vivía como una posibilidad de poder salir durante el fin de semana de forma que se peleaban por poder llevar una hucha. Los alumnos de los cursos superiores de bachiller o alumnos de Magisterio se consideraban mayores para esa tarea, de forma que los que salían estaban en torno a los 10-14 años yendo a menudo en parejas.
En el MAE podemos ver tres de las figuras más repetidas de la época: busto de niño africano, busto de filipina y busto de nativo americano. Había otras como bustos de chino, hindú y japonesa, así como otro calificado como «busto de nativo incierto» en algunas colecciones. En la base o en la cabeza ponía «AYUDAD A LAS MISIONES». Tenían una ranura en la parte superior para introducir el dinero y un tapón en la base. La cuarta hucha del museo representa a un sacerdote y era utilizada en la campaña del Día del Seminario.
Las huchas del DOMUND son un ejemplo de objeto del que, aun siendo «familiar» para varias generaciones de escolares, pocos pueden describir su uso y sus explicaciones son muy dispares.
Carmen Sanchidrián Blanco
- DIMENSIONES: 15 x 12 x 18 cm
- MATERIAL / SOPORTE: Loza pintada
- CONTEXTO CULTURAL: 1950-1970
- AUTORÍA: Desconocida