CHAPAS CON EL ESCUDO DE LAS ESCUELAS PÚBLICAS DE LA II REPÚBLICA (1931-1939)
Justo a la izquierda de la entrada a la primera sala del MAE nos encontramos, enmarcados y protegidos por un cristal, dos escudos que debieron colocarse en su momento sobre la puerta de escuelas públicas de la II República. Son de forma ovalada con el escudo del estado republicano en el centro y a su alrededor escrito, con letras en blanco y fondo azul marino, «Ministerio de Instrucción Pública Escuela Nacional Graduada de niños», en uno, y de niñas, en el otro. Finalmente, se rematan los bordes con un dibujo que pretende ser una corona de laurel que lleva entrelazada una cinta estrecha con los colores de la bandera republicana.
Aparte de las mencionadas chapas de escuelas nacionales graduadas (niñas o niños), tenemos constancia de que también los había referidos a las escuelas nacionales (unitarias) de niñas o de niños, las nacionales-mixtas y las nacionales de párvulos. Esta denominación tradicional de los centros, donde no se evidencia la coeducación, pone de manifiesto que esta apenas se implantó, pese a ser uno de los baluartes de la educación republicana, pues no hubo ni el tiempo ni el sosiego suficientes para ello.
Lo que sí parece claro es que con esta simbología, junto con otras medidas (mejora salarial y formativa del magisterio, incremento en el número de escuela…), los gobernantes republicanos dignificaron una escuela pública que con frecuencia había sido abandonada en locales inmundos, sin unas mínimas condiciones higiénicas y pedagógicas, «a los cuales asisten los niños para verse privados de los elementos más esenciales y principalísimos de su vida: luz, aire, espacio, alegría y en una atmósfera viciada, y con un ambiente más propio de cárcel o de calabozo que de escuela o templo del saber, el trabajo repugna, la enseñanza mortifica, las horas que se dedican a la educación resultan eternas e insoportables» (Junta Provincial de Instrucción Pública de Málaga –1903-). Dichas escuelas sólo las identificaría el transeúnte al escuchar el murmullo de los cánticos y recitados de las tablas de multiplicar, el padre nuestro… o por el griterío de la chiquillería cuando jugaba a la puerta de la escuela donde no había distintivo alguno que la identificara. A la República le faltó tiempo para desarrollar el plan quinquenal de construcciones escolares, se construyeron unas 15.000 de las 27.000 previstas, pero es justo reconocer que hasta entonces no se había hecho un esfuerzo semejante.
Francisco Martín Zúñiga
- DIMENSIONES: 58,5 x 47 centímetros
- MATERIAL / SOPORTE: Chapa ovalada litografiada
- CONTEXTO CULTURAL: II República española
- AUTORÍA: Imprenta Elzeviriana y Librería Cami (Barcelona)