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EXPOSICIÓN ‘MIS PRIMERAS LETRAS, MIS PRIMEROS NÚMEROS’

CONTAR Y CALCULAR

El aprendizaje de los números y el sistema decimal de numeración se aprendía en la pizarra y cantando largas retahílas de decenas, centenas, unidades de mil, etc. Una manera de memorizar la tabla de multiplicar era cantándola, en un coro monótono y reiterativo que se repetía día tras día.

Hacer cuentas era una actividad a la que se dedicaba mucho tiempo. Los alumnos trabajaban en sus cuadernos, en la pizarra o en los cuadernillos de cálculo, que en series graduadas, ofrecían páginas y páginas de actividades y ejercicios numéricos. La gran tarea del Maestro era la corrección debiendo repasar muchas cuentas para encontrar el error y señalarlo con lápiz rojo. La aridez de este aprendizaje y el tedio que suponía las mil y una repeticiones, hacía que esta materia no fuese muy atractiva para los alumnos y que su actitud hacia ella fuera más bien negativa. Sin embargo, para la familia tenía un gran valor porque su utilidad práctica era inmediata.

La consecución de automatismos de cálculo numérico elemental fue un objetivo plenamente conseguido por la escuela antigua.