La máquina de escribir
La máquina de escribir nació en el siglo XIX ante la necesidad de agilizar el proceso de escritura. Los empleos de oficina, administrativos, registros, etc., requerían cada vez más la mecanización de la escritura. Además, otorgó a los textos carácter impersonal y oficial, ya que a la letra manuscrita se le otorga un carácter más personal y subjetivo, principalmente porque cada persona tiene un tipo de letra diferente y la máquina lo que hacía era unificarla.
Sin embargo, los intentos por crear una máquina de escribir se remontan al siglo XVIII. El “címbalo escribiente” fue creado por Giuseppe Ravizza y está considerado como el primer proyecto conocido de una máquina de escribir, aunque el primer intento registrado fue el de Henry Mill quien obtuvo una patente en 1714 de la reina Ana de Gran Bretaña. No fue hasta 1829 cuando se dio otra patente a William Austin Burt (inventor estadounidense) para crear una máquina denominada “tipógrafo” que consistía en una rueda semicircular con caracteres que se giraba hasta la letra deseada para luego presionarla sobre el papel, aunque era más lenta que la escritura normal.
Hubo otros inventores que crearon prototipos de la máquina de escribir, aunque no fue hasta 1868 cuando Cristopher Sholes patentó la máquina de escribir. En 1973, Sholes vendió la patente a la empresa E. Remington and Sons, quien llegó a vender unas 5000 unidades. Esta máquina era muy parecida a la máquina moderna, pues el papel era sujetado en un carro, entre un rodillo y un cilindro pequeño, colocados paralelos entre sí. El carro se movía de derecha a izquierda mientras se oprimían las teclas. No obstante, hasta 1878 no se pudo escribir en letras mayúsculas y minúsculas en una Remington. Otra de las máquinas de escribir más conocidas del siglo XIX fue Hammond (1880).
En 1912 se crearon las máquinas de escribir pequeñas y portátiles y en 1925 se introdujeron las máquinas de escribir eléctricas gracias, principalmente, a la International Business Machines Corporation (IBM). Esta empresa sustituyó en 1961 las varillas por una esfera giratoria que tenía incorporados los caracteres y que se desplazaba por la superficie del papel. No obstante, IBM creó en 1964 una máquina de escribir con memoria que permitía corregir errores y realizar copias. Por otro lado, en 1959, en Italia, la máquina de escribir Lettera 22 de la italiana Olivetti fue elegida como el mejor producto de diseño.
La irrupción de la máquina de escribir supuso una revolución en las oficinas, las industrias, las entidades gubernamentales, en la literatura, el cine, el periodismo, el teatro, etc., ya que se sustituyeron los copistas por los mecanógrafos, hubo una mayor oferta de empleos, permitiendo a las mujeres acceder al mundo laboral como mecanógrafas, y como se comentaba anteriormente, dio a los textos un carácter más oficial. Además, esto supuso la creación de centros y escuelas para enseñar mecanografía, así como diversos manuales como el curso completo de mecanografía para diferentes cursos editado por EDITEX (Madrid).
En el MAE pueden verse varias máquinas de escribir que permiten ver su evolución desde sus comienzos hasta su generalización en los años setenta del siglo XX. En los años noventa comenzaron a ser reemplazadas por ordenadores.
María Dolores Molina Poveda