El MAE se une a la celebración del Día Internacional de la Mujer presentando a Leonor Serrano (1890-1942), una pedagoga que, en sus escritos y en su actividad profesional, defendió la educación como un elemento clave para la emancipación de las mujeres
Leonor Serrano Pablo (1890–1942) nació en Hinojosas de Calatrava (Ciudad Real), aunque a los seis años se fue interna al colegio Sagrado Corazón de Madrid gracias a ganar un premio en un certamen literario infantil. Allí estuvo once años tras los cuales se examinó libre de Magisterio y obtuvo los títulos de maestra elemental y superior. En 1909 ingresó en la escuela Superior de Magisterio formando parte de la primera promoción y trasladándose en 1913 a Barcelona ya como inspectora. Se casó con el inspector José Mª Xandri Pich (muchas de sus obras las firma como Leonor Serrano de Xandri). Estudió Derecho y fue la primera mujer abogada con bufete en Barcelona. Como inspectora de enseñanza primaria apostó por el establecimiento de la escuela activa basada en la coeducación y en el fomento del hábito al trabajo, conectando así con el espíritu de los institucionalistas y de la Escuela Nueva. El desarrollo de las habilidades morales, espirituales, intelectuales, físicas y manuales debía ser el objetivo del currículo escolar. Su profundo conocimiento de la realidad escolar, que criticó duramente, le permitió describir cómo deberían ser las escuelas y ver las necesidades sociales, morales, psicológicas y educativas de cualquier grupo social.
Leonor Serrano estuvo vinculada con el movimiento feminista de su época, con los valores de la escuela Nueva, el movimiento higienista, el respeto y amor a la naturaleza, el pacifismo, la cooperación o los movimientos internacional obreros. Su obra se desarrolló básicamente entre 1914 y 1939, es decir, entre el estallido de la primera Guerra Mundial y el de la Segunda.
En 1939 volvió ya sola a Madrid (su marido y su único hijo habían muerto en la guerra en sendos bombardeos) siendo suspendida de empleo y sueldo y sobrevivió dando clases en una academia.
Leonor Serrano formó parte de la élite intelectual que marcó el movimiento de renovación pedagógica en Cataluña desarrollado en las primeras décadas del siglo XX junto con Joan Bardina, Margarita Comas, Joan Palau Vera, Anna Rubiés, Rosa Sensat o Pau Vila, entre otros. Fue entonces cuando el feminismo empezó a cuajar entre algunos sectores de la población, y especialmente entre mujeres que habían podido acceder a espacios educativos que antes tenían vetados, y que aunaban tradición y modernidad.
Las aportaciones de Leonor Serano a la historia de la educación se centran sucesivamente en tres temas estrechamente relacionados entre sí.
El primero, cronológicamente, fue su interés por la educación infantil a través de la pedagogía de Montessori. Obtuvo una beca para asistir en Roma al II Curso Internacional Montessori en 1914 en el que la conoció personalmente y a su vuelta, las asistentes al curso insistieron para que el Ayuntamiento de Barcelona lo adoptara en sus parvularios con el doble objetivo de mejorar la educación de los niños y facilitar a las madres el trabajo extradoméstico. Le atrajeron la disciplina y el rigor del método que le llevaron a publicar en 1915 un estudio sobre el mismo y en 1928 una obra donde describe las experiencias Montessori que se habían ido realizando (en su segunda edición en 1932 incorporó sus vivencias personales ya que educó a su hijo siguiendo ese método)
Su segundo campo de interés fue la educación de las mujeres. La observación de la deficiente formación de éstas le llevó a centrarse en este tema situándose en el feminismo predominante en ese momento, que reconocía la maternidad como la función fundamental en la vida de una mujer y la importancia de los valores vinculados a ella como propios de las mujeres y, a la vez, defendía la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. En este sentido, Serrano abogaba por que las mujeres accedieran a todos los niveles del sistema educativo, pero justificaba que el currículo fuera diferente, siguiendo una postura muy extendida entonces entre las feministas. Destacó el papel de las madres como primeras educadoras. Partiendo de que la independencia económica de las mujeres sólo se puede conseguir si se les ofrece una mejor educación que les permita incorporarse al mundo laboral, señalaba, en la que es quizá su obra más conocida, La educación de la mujer de mañana, tres claves para la emancipación de las mujeres: el trabajo remunerado, la educación democrática e instituciones que permitan la conciliación familiar y profesional. Leonor Serrano se refería no solo a las mujeres que trabajaban por necesidad, sino que veía el trabajo como una necesidad para la emancipación de las mujeres, en este caso especialmente de clase media, que necesitan de él para lograr su independencia económica y personal.
El tercer foco de interés de Serrano fue la enseñanza popular obrera. En esta línea, estableció en Barcelona escuelas de adultas y se interesó por instituciones de educación complementaria que había en otros países como Francia, Bélgica y Suiza, países donde había viajado becada por la Junta de Ampliación de Estudios durante cuatro meses en 1924. Su actividad se encaminó entonces a la búsqueda de soluciones pedagógico-sociales que permitieran mejorar la educación en general.
Podemos decir que cerró el círculo al proponer que todas las escuelas, desde las escuelas de párvulos a las de adultos, tuvieran sobre todo una función social, que educasen en y para la solidaridad y proporcionaran una formación profesional para facilitar el desarrollo personal y profesional.
La comunidad de Castilla La Mancha ha promovido las becas ‘Leonor Serrano Pablo’ destinadas a mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijas e hijos que deseen cursar estudios universitarios en universidades públicas de esa región. En su localidad natal, en 2005 se le brindó un homenaje y se le dio su nombre a la Casa de Cultura.
Carmen Sanchidrián Blanco
Algunas obras de Leonor Serrano:
(1915). La Pedagogía Montessori. Estudio informativo y crítico presentado al Ministerio de Instrucción Pública y al Ayuntamiento de Barcelona. Madrid: Sucesores de Hernando.
(1923). La educación de la mujer de mañana. Madrid: Librería de los Sucesores de Hernando. Reedición y estudio introductorio de Mª del Carmen Agulló Díaz (2007). Madrid, Biblioteca Nueva.
(1926). La educación y las profesiones femeninas. Madrid: El Magisterio Español.
(1928). El método Montessori. Madrid: Publicaciones de la Revista de Pedagogía. Segunda edición renovada en 1932.
(1933). La nueva enseñanza complementaria. Madrid: Publicaciones de la Revista de Pedagogía.